Cada vez, que veo venir, una oportunidad, una alegría, esta se va, como el amanecer en cada día.
Uno tras otro se ido de mi lado, con un adiós sublime o solo un movimiento de la mano, con silencio o el ruido de los autos. Es así, que ahora digo; Nada es para siempre.
Siempre quise tu mano, pero soltaste la mía
Siempre soñé con tu abrazo, pero ahogaste mi bienvenida.
Siempre hui de tu canto, queriendo escuchar tus susurros
Siempre es una promesa, siempre es una tortura, siempre es nunca.
Con cada mentira, hay una verdad, y sin beber la tortura no hay felicidad.
He inventado todo tipo de excusas para no ponerme a llorar, ¿Por qué lloraría?... Pues nada es para siempre. Lo he intentado asimilar, sin embargo veo gente que nunca se va, y así, es más difícil de llevar.
Mi fortuna, que cada vez que vuelva a pasar, yo extrañare menos y sonreiré mas, más que otros, por afirmar, que aun soñando ver el jamás, yo logro ver el final.
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